sábado, 24 de marzo de 2012

Oniomanía y dieta. DANGER !!! Please, believe me!



DIETA: La dieta más científica consiste en reventar de felicidad y luego pasar por la báscula (Manuel Vincent).

MODA: El adorno del cuerpo es una expresión de libertad no de presión social.(MaRía)

Aclaración previa: (Este artículo no está en contra de que cada ser humano elija mejorar su aspecto físico cuando lo desee y se ayude de todos los adelantos médicos para conseguirlo. Es un alegato simplemente al sentido común, al buen uso y no al abuso o excesos ilimitados para lograr la perfección estética en detrimento de otros aspectos también importantes en nosotros).

Oniomanía y dieta. Danger!!!

Ya no nos gustamos, ni con 13, ni con 16, ni con 18, ni con 40, ni con 60, ni con …

A los 13 empiezas a preocuparte in extremis de tu “look”. El peso, lo primero… hay que bajar peso y … ser muy delgados.

A los 16, todavía debemos “esforzarnos más” para ser más delgados. Y así, … queriendo para siempre seguir siendo delgados, vamos haciéndonos mayores .

Cuando llegan los 18, si nos dejan, nos operamos las tetas las chicas, o le pedimos a la abuela, los chicos, que nos pague las prótesis del culo. Así, si nuestra familia es buena y nos comprende (el dinero, ya se apañan ellos, no te van a dejar sin tu sueño), nos ayudará a pasar a los 20 añitos, con más seguridad en la vida, porque ya estamos bien operados de todos nuestro complejos. Por supuesto, la dentadura perfecta y alineada. Blanca, muy blanca. Si no es mejor que no sonrias. Acuérdate!

De los 20 a los 30… ahí ya cada uno va eligiendo. Bah, pequeños retoques y por supuesto no abandonar el gimnasio, ni las cremas, los tratamientos, etc.

En cuanto a la moda: ¡A la última, siempre! ¡Sin moda, no hay vida! Así que a entrar al trapo: "a la moda hay que amarla y por supuesto consumarla" a estas edades. Donde digo consumarla, aclaro consumirla. Prenda elegante pero fuera ya de temporada, mejor aparcarla, hasta que nuevamente alguien decida por mi que debo recuperarla de mi "fondo de armario" (en el caso de que lo haya... porque en la mayoría de las casas cada vez está todo más "acojonao".

Pero sigamos con lo nuestro... la estética corporal:

A los 30, debería uno por fin sentirse satisfecho consigo mismo y disfrutar de tanta belleza sobre su cuerpo. (Sobre todo para compensar la pasta que seguramente papá o mamá o los abuelitos, o si hay suerte y trabajo, uno mismo, aún están pagando para que como criatura humana seas “perfecto/a”).

Pues no, a esta edad de los treinta es cuando por su puesto, eres más exigente contigo misma/o: no perdonas la oferta del botox, ni dejas, si fuese el caso de corregir tu “sonrisa gomosa”, cuando tus encías quedan expuestas porque tu labio superior se eleva demasiado cuando se ríe. Ni, bla, bla, bla, bla ...No voy a seguir porque la lista es interminable.

... y entre tanto...

… la naturaleza, imparable, sigue su curso; aunque para entonces, ya nos habremos olvidado que somos naturaleza.

La insatisfacción persiste. Se convierte en crónica.

Sí, increíblemente, a los 40, empiezas por fin a ser consciente de que “lo tuyo” no tiene arreglo ya. Te entra el pánico, pues has entrado en ciertas edades donde … la vuelta atrás es totalmente imposible. El mundo de la moda, es ahora, tu único aliado. Por ahí, todavía te queda un largo camino que recorrer para poder seguir en este mundo sin perder tu dignidad.

Aunque no, la moda no basta. Sientes que podrías escribir en tu diario más íntimo: “Crónica de una insatisfacción incontrolada”, porque:

Tus ojos ya no te gustan y hay que irremediablemente “ya” plantearse quitarse esas arrugas como sea y cueste lo que cueste.

Tu piel ya no es la misma, sobre todo la de tu cara. Ha perdido tersura, y lo peor es que las cremas que van a devolvértela de aquí hasta que te mueras cuestan un ojo de la cara, que por supuesto tu estarás muy feliz de hipotecarlo.

Dios ! Hay que arreglar también lo de los pechos. Se caen. Oye tú, lo del ritmo natural de las cosas es una gran “putada”. Llevas desde los 18, cambiándote reglamentariamente cada 10 años las prótesis, pero aún así los jodidos aprendieron muy bien la lección de la gravedad, y no dudan en que si se tienen que caer, se caen “pabajo”!

El abdomen. La barriguita tampoco perdona .Tu piercing no luce como antes. Hay que ir pensando en borrar también el tatú, arreglar lo de la cuperosis, la celulitis, las manchas de la vejez…. etc …etc ….etc.

Rozamos ya los 50

La preocupación aumenta. Las reparaciones son más costosas y de menos éxito. Te gustas en el momento de la intervención, pero luego, necesitas “mantenimiento”, sí, como la revisión de los coches. Bueno, es lo que hay, porque nadie lo ve extraño. Y continúas. Estiramientos, más botox, liposucción, indigestión de vitaminas…y un largo etc.

A los 60… comienzas a dudar si todos tus esfuerzos habrán valido la pena. Porque te miras al espejo y aunque te ves estupendo/a, necesitas más de la moda para estar -in. Vives como hace 20 años atrás , todavía con esa inseguridad de seguir “currándote” la frase famosa que esperas del amigo que no ves hace algún tiempo para que te “glorifique” diciéndote lo fantástico o ástica que estás .

Pero ya es tarde… ya no te convence el asunto como antes. El espejo no engaña. La lección al menos la habrás aprendido. Tu cuerpo no tenía ningún defecto, ni a los 16, ni a los 18, los 20, los 30, los 40…. La naturaleza te había regalado algo maravilloso que tú te empeñaste en cargar.

Ya estás en los 70, y probablemente, aunque “un poquito tarde”, con la sabiduría de los años, comenzarás a ser un tipo o una tipa feliz, y empezarás por fin a DISFRUTAR DE LA VIDA SIN COMPLEJOS.

Fin de una historia sin fin. Pongámosle fin:

Si todavía no cumpliste los 70, deja a la naturaleza que siga su curso y actúa en su contra sólo si lo consideras muy necesario. Cásate contigo mismo :

En lo bueno y en lo malo,
en la salud y en la enfermedad...
en la juventud y en la vejez
RESPÉTATE Y QUIÉRETE.

Postdata:

La belleza de nuestra naturaleza humana está más allá de la dieta y la moda. Dos palabras terribles que se han adueñado de nuestras vidas y, tristemente, están anulando nuestro bien más preciado como raza: el sentido común.

Moda: hoy, hija mimada y mal educada de esa “entrañable” maraña plublicitaria que se empeña en “cebarnos” con su “delgadez” idealizada, confundiendo así, sólo por una cuestión de beneficios económicos ,la elegancia y el buen vestir, con el Imperio del consumismo.

Dieta: por desgracia muchas veces significa sacrificio exhausto, por estética, no por salud.

"Piensa. Después existe." (Cambiemos al clásico «Cogito ergo sum».Pienso, luego existo, de René Descartes. -Cortesía de DeBuxo)


Largo texto, (Gracias por su paciencia, si se lo ha leído todo): MaRía

Foto 1: DeBuxo.

Foto 2: MaRía


Toulouse de Claude Nougaro